sábado, 3 de marzo de 2012

¿Qué haré este 2012?

Ya era hora de ponerme las pilas o me ocurrirá como el año pasado, que si no es por la Matagalls Montserrat, me habría pasado en blanco.

A la única persona en el mundo a quien no puedes engañar es a ti mismo y no soy de buscar excusas, pero es cierto que cada vez me cuesta más poder encontrar las ganas y sobre todo el tiempo, para preparar pruebas que me atraigan. El pasado noviembre empecé a preparar la Maratón de Barcelona, pero un gripazo seguido de un problema de salud de mi padre, me mantuvieron parado casi 20 días, enviando al traste el sub 3h30’. Podría haber retomado el tema, pero acabar por acabar no me motiva nada.

Sin embargo, el año que viene sí que la haré sea como sea. El trece de marzo del 2013, no soy supersticioso, pero por Dios cuantos treces, se cumplirán 30 años de mi primera carrera, de mi primer dorsal, 30 años de mi primera Maratón de Barcelona. Ahora que caigo, si tiro hacia atrás 12 semanas, el próximo 21 de diciembre, se cumplirán 30 años desde que empecé a correr. ¡30 años! Como pasa el tiempo y como cambian las cosas, ahora ver correr a alguien por la calle es lo más normal del mundo, pero entonces me miraban como su fuera un bicho raro y quizás no era por correr en pantalón corto por la calle, quizás siempre he sido un bicho raro. 21 de diciembre, otra fecha de esas a incluir entre los días que te cambian la vida.
  
Vuelvo desde los Cerros de Úbeda, para retomar el tema. ¿Qué haré este 2012? O mejor dicho ¿qué me planteo hacer este 2012?
Tras el adiós a la Maratón de Barcelona, no hubo suerte en el sorteo de la Zegama-Aizkorri (no me olvido de ti, el año que viene nos vemos) y como siempre las dudas... ¿Qué hacer? ¿Podré prepararlo? ¿Nuria Queralt el 1 de julio? ¿Matagalls Montserrat en menos de 14 horas? Bla, bla, bla… Y aquí es donde entra mi cotilla favorito, lanzándome un órdago a la mayor... ¿Por qué no haces Cavalls de Vent? Llevo dándole vueltas unos días hasta que ayer me dije ¿y por qué no? es a finales de septiembre, si me hubiera tocado el sorteo de la Zegama la habría corrido ¿no? Habría preparado una carrera de 42Km con 6000 metros de desnivel en tres meses. ¿Por qué no puedo prepara una carrera de 84Km con 12000 metros de desnivel en 7 meses? Es justo el doble con el doble tiempo. ¿Somos hombres o no? ¡Fuerza y honor! Ja, ja, ja. Así que el plannig para este año es el siguiente:

20 de mayo: Travessa del Montseny. 47Km con 5060m de desnivel (10,8% de promedio). Conozco la zona de maravilla y es una travesía preciosa y si le das caña: dura, muy dura.
16 de junio: Cap de Rec. 52Km con 5200m de desnivel (10% de promedio).  Hace tiempo que me apetece hacer una de las travesías más bonitas que tenemos en nuestra tierra.

A finales de julio o principios de agosto y si puedo combinármelo: Cavalls de Vent en 3 días.
15 de septiembre: El Plan B: si no he podido entrenar todo lo que me hubiera gustado para hacer con garantías mi plan A, haré la: Matagalls-Montserrat intentando bajar de las 14 horas. 84Km con 5980m de desnivel (7,2% de promedio). ¡Menudo plan B!

29 de septiembre: El Plan A: si todo va más o menos como quiero, haré: Cavalls del Vent Skyrunner World Series. 84Km con 12180m de desnivel (14,5% de promedio). ¡Esto es un plan!

11 de noviembre: Marató del Montseny. 42Km con 5200m de desnivell (12,4% de promedio).

Lógicamente solo habrá plan A o plan B, de esta manera y teniendo en cuenta que solo hay dos semanas entre las dos pruebas, me da la posibilidad de entrenar duro para Cavalls de Vent, y si después las circunstancias del día a día me impiden dedicarle el tiempo que necesita no tendré la sensación desoladora de derrota que me invade en esos momentos. Si puedo, cojonudo, haré Cavalls de Vent, y si no, siempre habrá un plan B. Correr es maravilloso, me relaja, me permite pensar, me hace sentir bien, llevo casi 30 años haciéndolo, pero no es lo primero en mi vida y además, no quiero que lo sea.

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